lunes, 25 de enero de 2010

Resaca

Luego del desvelo y desenfreno de la madrugada, por la tarde después de dormir la borrachera, cuando mi lengua es seca y mi cuerpo pide agua desesperadamente, me miro en el espejo y estoy desencajado, mortecino aspecto desaliñado. Luego de todo eso, viene el recuento de los daños. Mucho baile, varias cervezas, ahora intento recordar los nombres, los rostros los tengo presentes, algunos besos, una que otra caricia, quizá algo más que eso, pero ningún dejo de arrepentimiento.

La resaca pasa lenta, el cuerpo se reciente consigo mismo, se sabe vapuleado, pero satisfecho, la dermis reacciono sorprendida al contacto, la mente permanece tranquila, sin dejarse llevar por zalameras lenguas y falsas promesas de llamadas que nunca llegarán. La noche pernotada termino cuando sorprendido por los primeros rayos del sol abandone aquel lugar del bajo mundo, de esos de los que todos reniegan pero donde siempre terminan, por gusto o casualidad inducida, todos los que celebramos los baquimos sin olvidar el respectivo culto a Príapo en la osadía.

No hay comentarios: